Artículo publicado en el Diario Información
Esta noche, como muchas madres y padres, he arropado a mi hijo envuelta en lágrimas. Cualquiera que tenga hijos, y aunque no los tenga, ha sentido un profundo dolor al ver la imagen ya sin vida del niño Aylan Kurdi en la orilla de la playa turca, o al escuchar el dramático relato de su padre, que sintió cómo las manos de sus hijos se le escapaban. Se les escapó la vida tratando de buscar un futuro mejor.